La importancia de conocer el estado de ánimo propio y la relación nuestro entorno.
El estado de ánimo es una disposición o una actitud de la vida emocional que se ve reflejada en la vida material.
Se diferencia de las emociones porque es menos específico, menos intenso, pero más duradero, y generalmente no es tan permeable a las situaciones puedan estar ocurriendo, el estado de ánimo sufre oscilaciones a lo largo del tiempo.
Se diferencia del temperamento y de la personalidad, los cuales generalmente no suelen tener una componente temporal, sino que son actitudes permanentes en el tiempo.
Un reciente metaanálisis sobre los estados de ánimo, llegó a la conclusión de que, (contrariamente al estereotipo del artista sufridor, o el empresario hiperdirigido y enfocado, controlador y tenso) la felicidad es uno de los factores que propician la creatividad, mientras que un bajo estado de ánimo propiciaría menores niveles de ésta y un correlato fisiológico de tensión, el cuál a la larga, genera una sobre carga mental y física sobre el individuo y lo hace cada mes menos adaptativo.
¿Qué nos quiere decir esto? Que mientras mas prolongadas sean las etapas de estrés, depresión, ansiedad, preocupación excesiva o algún otro padecimiento psico emocional desadaptativo, menor será el rendimiento de la persona, menor su capacidad de respuesta, mas suceptibiidad a desarrollar un padecimiento mental, o algún otro tipo de enfermedad cerebro bascular.
¿Cuál es el flujo en nuestro cuerpo de una emoción?
Hay varios órganos implicados en el procesamiento de una emoción, principalmente en su versión mas intensa; la amígdala cerebral es la responsable del inicio de la emoción, el hipocampo de la memorización de este evento y de la circunstancia a la que está asociado, mientras que el giro del cingulo interpreta esta información, para hacer una evaluación a futuro o prospectiva.
¿Porqué se los cuento? Porque la situación que estamos viviendo va a dejar una huella en nuestro cerebro, con la cuál vamos a interpretar en un futuro las posibles amenazas o sensaciones de displacer.
Y de ahí la importancia que tiene en este momento, reposicionar nuestro esquema de pensamiento para ayudar al cerebro a traducir esta situación en el mayor beneficio o al menos en el menor impacto para nuestra vida, material y psicológica.
Solemos estar muy angustiados, asombrados o enfadados cuando los niños hacen unos berrinches marca original por no conseguir algo, pero no nos asombramos de la falta de autocontrol emocional que podemos llegar a tener respecto a determinadas situaciones de la vida cotidiana.
Existe una parte en la que el comportamiento es aprendido y fomentado en casa, y existe otra que refiere a un rasgo de la personalidad del individuo. Entonces, la pregunta es:
¿Cuál es el estado de ánimo que estoy transmitiendo en casa? ¿Cómo me siento en realidad?
Cuando existe un evento, en el cerebro se crea el proceso sináptico que cataloga la situación, le asigna un valor, y luego entonces, produce una respuesta fisiológica, y esto que es llamado el “camino neuronal” con el paso del tiempo estos se vuelven patrones rápidos de respuesta.
Entonces, sucede que cuando pasa algún otro evento, de características estresoras similares, el cerebro busca el camino más corto y emite instrucciones al cuerpo, físico y emocional para que atienda la situación, es decir, ya no pasa por el proceso de pensamiento, ya no pasa por el análisis y evaluación de la situación, inmediatamente se activa la repuesta de estrés.
Para poder disminuir la velocidad del tren del pensamiento, ante una situación estresante, es necesario parar y pensar:
¿Que me provoca esta situación?
¿Que parte de esta situación es la que me incomoda?
¿Lo que estoy pensando sobre esta situación es real?
¿Cuál es la evidencia que acompaña a este pensamiento?
Es así como los pensamientos automáticos, pueden comenzar a disminuir su velocidad. mas adelante veremos técnicas específicas para desmontarlos. No sin antes saber, de donde vienen.
Los pensamientos automáticos estan configurados por algo que se llama “creencias centrales”, estas las tenemos todos, son aquellos supuestos que aprendimos desde muy pequeños, que en su momento probaron ser “ciertos” o “funcionar” o que eran los presupuestos familiares, es decir la configuración de la cultura, o el modo de pensar al interior de nuestro sistema familiar. Son conceptos abstractos, que nos ayudan a catalogar situaciones y personas, nos ayudan a hacer “juicios de valor” es decir, opiniones respecto a algo o alguien y con ese razonamiento interpretamos, principalmente interpretamos situaciones.
Entonces, ¿Cómo podriamos interpretar la crisis o la incertidumbre que esta nos genera? En efecto, lo haremos de acuerdo a las creencias centrales que poseemos, y reaccionaremos de manera inmediata gracias a los pensamientos automáticos que la situación nos genere:
Ej. “Una crisis es un momento de caos, el cual no puedo controlar, es malo para mi y la economía, por ende es una amenaza Respuesta psicológica: tensión, miedo, abrumamiento, alternancia de emociones menos adaptativas, Respuesta fisiológica: cansancio, alteraciones del sueño, respiración corta, pulso acelerado, baja energía.
El miedo, así como la alegría, o alguna otra emoción, no son ni malas ni buenas, simplemente depende del contexto en el que se den que pueden ser mas o menos adaptativas, el miedo protege, te hace correr ante una situación de peligro, pero en su versión desadaptativa paraliza.
¿Qué es una crisis y cómo afrontarla?
Crisis: La palabra en griego es “Krinein” que significa “decidir”, y en chino la palabra crisis tiene dos pictogramas que significan peligro y oportunidad.
La crisis se caracterizan por ser un estado de desorden, una alteración que puede ser de tiempo, de forma, de emociones, debido a etapas, venido de errores cometidos en el pasado, venido de la inexperiencia, es decir, las crisis provienen de múltiples factores. Pero la característica prinicipal de una crisis es: La incapacidad del sujeto para abordar una situación en particular.
Una es la situación: el cambio de estado “habitual” a uno diferente, donde en medio existe un lapso de desorden. Aquí no podemos cambiar el curso del rio, las cosas pasan las quieras o no, es un proceso natural el cambio en el estado de las cosas, y nada cambia sin un poco de desorden de por medio.
Otra es la reacción: La consecuencia material o el correlato emocional que nos posiciona frente a ese hecho. Aquí si tenemos margen de acción, debido a que tenemos raciocinio, mecanismos de afrontamientos, redes de apoyo, y herramientas personales, es por esto que el autoconocimiento es sumamente importante, porque esto nos permite concoer de donde viene esto que pienso, esto que siento, desde donde lo estoy configurando o a partir de que emocion lo estoy sustentando.
¿Las crisis son interminables? Pues no, como todo, las crisis son un proceso que está delimitado por el tiempo, comienza con una desorganización emocional que en estados intensos suele tener una media de tiempo de 4 a 6 semanas, donde las emociones más intensas tales como la “ira”, “frustración”, “dolor” ó “tristeza” en su pico más alto de instensidad, no tienen una duración fisiológica de más de unos 15 a 25 minutos.
La buena noticia es que una crisis, así como la contingencia, así como todo suceso, tiene un ciclo de vida; parte de un suceso precipitante, y luego va transcurriendo con determinado patrón secuencial y atraviesa varias etapas , después de esto aparece un potencial de resolución en la persona que enfrenta la crisis, y este potencial puede ser adaptativo o desadaptativo, es decir a la alza o a la baja.
¿Cuales son los síntomas de que estamos experimentando una crisis?
Cansancio, sentimientos de desamparo o de indefensión, inadecuación, confusión, ansiedad, desorganización en el trabajo, y conflictos familiares.
Resignificación de la crisis:
Un suceso adverso puede ser percibido por uno mismo, de la siguiente manera:
Como una amenaza. Un peligro que pone en juego el cumplimiento de las necesidades básicas, de la vida, de la integridad física, o de la integridad emocional.
Como una pérdida. Algo que irá en detrimento de nuestros haberes, o nuestras capacidades o de nuestro potencial.
Como un reto, que amenaza con abrumar las capacidades de una persona.
Aquí podemos observa 3 niveles diferentes de cognición.
Como ya vimos anteriormente, la manera en que concebiremos este momento dependerá de cuales son nuestras creencias, de cuál es nuestra capacidad de respuesta ante ella.
Formas de afrontamiento:
El afrontamiento es, por tanto, un proceso psicológico que se pone en marcha cuando en el entorno se producen cambios no deseados que generan estrés o cuando las consecuencias de estos sucesos no son las deseables.
Emocional: Es una estrategia utilizada cuando el evento se percibe como incontrolable, y las estrategias se enfocan en la relajación, reconocimiento de las emociones y su liberación. Es una buena estrategia cuando se da al interior de la familia o amigos.
Evitativo: Es una estrategia generalmente negativa, donde no hay un reconocimiento de la situación o de la capacidad del sujeto para aplicar estrategias de afrontamiento efectivas. La evitación es algo muy común, existe evitación cognitiva, y es una de las principales causas de la ansiedad.
Productivo: el cual es centrado en el problema y en busca de su resolución,aquí la persona asume que la situación está bajo su control, se centra en lo que sí puede hacer, parte de la aceptación de la realidad, y promueve un estado activo fisico y mental. Es una estrategia que funciona en entornos laborales, y es una de las más efectivas para frenar los pensamientos catastróficos.
Es importante que hagas consciencia en como tu estado de animo puede afectar a tu interpretación de la realidad, o como tus creencias están interfiriendo en tu día a día, y tener en cuanto que mucha de la frustación e incertidumbre que experimentamos día con día, tiene que ver más con una posición mental ante la vida.
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